Pensar o no pensar… he ahí el dilema
¿Quién pompó casita de perro, quién pompó…?
Al agua patos.
Lucero González
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Bañar a tu mascota no debe de ser un dolor de cabeza. Lo primero que debemos saber es que nuestra mascota tarde que temprano deberá recibir un baño, muchos dueños prefieren evitar hacerlo ellos y les resulta más sencillo llevarlo a bañar a una estética canina o a una veterinaria. Pero si eres de los que aman los retos y prefieres hacerlo tú, aunque sea de vez en cuando, te invito a que sigas leyendo.
Primer paso: buscar un lugar en tu casa o departamento donde puedas bañarlo. Puede ser la regadera, el jardín, el patio, o la azotea del edificio, el lugar tiene que tener llaves de agua, o el espacio suficiente para colocar cubetas y en el cual te sientas con libertad de movimiento para poder bañarlo a gusto, pero también que no tenga rutas de escape… porque a muchos perros les entra lo Houdini o lo Lindo Pulgoso en el proceso y les dá por huir estando totalmente enjabonados. Un collar que nos ayudará a sostenerlo mientras realizamos el baño, y en algunas ocasiones hasta correa (se recomienda ambos sean de tela), a la larga ambos se pueden omitir, una vez que tu perro se acostumbre y, sobre todo, le guste el baño (un buen masajito mientras los enjabonas ayudará a ello).